En un encuentro bilateral celebrado en la sede de las Naciones Unidas en Nueva York, la Canciller colombiana Laura Sarabia y el Subsecretario Adjunto de la ONU para Europa, Asia Central y las Américas, Miroslav Jenča, sostuvieron su primera reunión oficial con el objetivo de profundizar los esfuerzos conjuntos hacia la consolidación de la paz, la estabilidad territorial y el cumplimiento de agendas globales.
Compromiso con la Paz Total y cooperación internacional
Durante la reunión, la Canciller Sarabia reafirmó el compromiso del Gobierno Nacional con la política de Paz Total, destacando su enfoque en la "territorialización de la paz" —estrategia que busca llevar soluciones concretas a las regiones más afectadas por el conflicto—. Además, resaltó el papel clave del Fondo de Consolidación de la Paz (PBF) de la ONU, mecanismo que ha permitido canalizar recursos críticos hacia el Fondo Multidonante de Colombia, financiando proyectos de desarrollo rural, reintegración y justicia social.
Por su parte, el Subsecretario Miroslav Jenča elogió los avances de Colombia en materia de paz y reiteró el apoyo de la ONU para fortalecer iniciativas que promuevan la estabilidad regional y global. "Colombia es un socio estratégico en la implementación de modelos innovadores para la resolución de conflictos", señaló Jenča.
El Fondo Multidonante, respaldado por el PBF, ha sido instrumental en la ejecución de programas como:
- Reincorporación de excombatientes.
- Protección de líderes sociales y comunidades vulnerables.
- Desarrollo económico en zonas históricamente marginadas.
Sarabia subrayó que estos recursos son "vitales para cerrar brechas y construir una paz duradera", mientras Jenča enfatizó que la ONU continuará priorizando a Colombia en su agenda de cooperación.
Ambas partes acordaron:
1. Fortalecer la coordinación entre el Estado colombiano y agencias de la ONU.
2. Optimizar el uso de fondos internacionales para maximizar su impacto en territorios.
3. Promover diálogos multilaterales que incluyan a actores locales e internacionales.
Este encuentro marca un hito en la alianza entre Colombia y la ONU, consolidando una hoja de ruta compartida para enfrentar desafíos como la violencia residual, la inequidad y la construcción de paz territorial. Con el respaldo de la comunidad internacional, el país avanza hacia un futuro donde la paz sea, más que un acuerdo, una realidad tangible.
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