Puntos de Vista | Bogotá, 18 de junio de 2025
Por: Redacción Punto de Vista, la noticia vista de manera diferente

Con aroma a tradición y sabor a transformación, la Cancillería de Colombia se convirtió hoy en un escenario de encuentro cultural y político donde la protagonista fue una planta milenaria: la hoja de coca. En un gesto cargado de simbolismo y apertura internacional, la Ministra de Relaciones Exteriores, Laura Sarabia, lideró una experiencia gastronómica junto al cuerpo diplomático acreditado en el país, en el marco de una estrategia nacional para resignificar este ancestral cultivo.

“La hoja de coca tiene un potencial transformador. Puede convertirse en motor de desarrollo, especialmente en las regiones más golpeadas por el conflicto”, afirmó Sarabia en su intervención. Su mensaje fue claro: Colombia no solo busca cambiar narrativas, sino también transformar realidades.

Este evento, respaldado por el SENA y la Corporación Gastronómica de Popayán, presentó al mundo sabores inéditos construidos a partir de la hoja de coca, como parte de los frutos del proyecto “Reto Coca”. Esta iniciativa promueve la revalorización de la planta desde una mirada cultural, medicinal e industrial, reconociendo sus raíces en las tradiciones de pueblos indígenas, afrodescendientes y campesinos.

El encuentro, además, profundizó en la necesidad de revisar críticamente la clasificación de la hoja de coca como estupefaciente, abriendo camino a un debate internacional basado en evidencia científica, derechos humanos y justicia social.

Colombia apuesta por una diplomacia que dialogue con el mundo desde su diversidad, y que rescate saberes milenarios para integrarlos en el presente. Así, desde la cocina y el conocimiento, el país abre nuevos caminos para reconciliarse con su historia y con el mundo.

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