Una escena escalofriante en la carretera Riohacha – Cuestecitas despierta preguntas sin respuesta y un temor que crece entre la población.

El atardecer del miércoles 2 de julio se tiñó de horror en La Guajira. A la altura del kilómetro 20 de la vía que conecta Riohacha con Cuestecitas, fueron hallados tres cuerpos sin vida con signos de violencia. Aunque las autoridades no han ofrecido un pronunciamiento oficial completo, fuentes extraoficiales confirmaron que uno de los fallecidos es Boris Arandete, un escolta de la Unidad Nacional de Protección (UNP), oriundo del municipio de Maicao.

El cuerpo de Arandete fue encontrado junto a un automóvil azul, presuntamente de su propiedad. Lo que más ha desconcertado a los investigadores es que el vehículo tenía pintadas las letras “EGC presente”, un mensaje cuya intención aún se desconoce, pero que ya ha encendido las alarmas dentro de los organismos de seguridad.

Versiones preliminares, no confirmadas por las autoridades, señalan que entre las víctimas podría encontrarse también la persona a quien Arandete debía proteger. Esta hipótesis, de comprobarse, podría revelar un ataque directo y planeado contra objetivos específicos, lo que cambiaría por completo la línea de investigación.

La escena fue descubierta hacia las 8:40 de la noche, en una zona rural de Riohacha donde el silencio del desierto fue interrumpido por la llegada de patrullas, peritos forenses y el llanto de los familiares que empezaron a llegar tras difundirse la noticia. La comunidad, atónita, exige respuestas.

Este caso toca una fibra profunda: ¿quién protege a los que protegen? ¿Hasta dónde alcanza la violencia cuando incluso los custodios de la seguridad se convierten en víctimas?

👉 Para seguir de cerca esta y otras historias que importan, con periodismo humano y sin adornos, te invitamos a seguirnos en nuestras redes como Puntos de vista. Aquí no solo informamos: te ayudamos a entender lo que otros prefieren callar.

Porque detrás de cada titular hay una vida, y detrás de cada silencio… una historia que merece ser contada.

Post a Comment

Artículo Anterior Artículo Siguiente